sábado, 12 de enero de 2008

La enseñanza diferenciada

A lo largo de las entradas que se han ido publicando en este espacio, nos hemos ido haciendo eco en algunas ocasiones de los avances protagonizados por la tecnología y lo que ello ha significado en nuestra rutina. También se ha comentado el papel que han jugado precisamente esas innovaciones en el campo de la educación (pizarras interactivas, por ejemplo) y lo que aún pueden llegar a significar.

Por otro lado, también nos hemos ido interesando por los alarmantes resultados sobre la educación de los jóvenes españoles hoy día. Nuestro país ha tenido que soportar cifras de fracaso y abandono escolar vergonzosas y hemos tenido que admitir que nuestros jóvenes están muy por detrás de otros países europeos, en cuanto a nivel educativo se refiere. La escasa preparación y la formación de nuestros jóvenes se ha transformado en un asunto peliagudo que muchos han querido tratar. ¿A qué se debe esta deficiencia a la hora de adquirir conocimientos? ¿A los métodos de enseñanza empleados en las aulas o a la negativa de esfuerzo por parte del alumnado? En cualquier caso se trata de un asunto que bien podría desembocar en un largo debate al cual no pretendo llegar. Pero sí mi interesa reflexionar sobre los métodos de enseñanza que se llevan a cabo en las escuelas y sobre los esfuerzos de muchos pedagogos por intentar incrementar la eficacia académica de nuestros niños y jóvenes.

En este sentido me aventuré a buscar si existen algunas teorías o estudios que demostraran que determinadas técnicas en el campo de la educación significaban una mejoría en el aprendizaje de los más pequeños. Merodeando de un link a otro y leyendo artículos de aquí y de allá acabé llegando a parar al siguiente título: “Incrementar la eficacia académica”; he ahí que lo que leí me animó a escribir.

Os sitúo. El artículo en cuestión defendía la escuela diferenciada respecto a la educación mixta como forma de mejoría en los resultados académicos de los niños y jóvenes. O sea, se hace eco de una serie de estudios que demuestran que separar a niños y a niñas en las aulas mejora la eficacia académica.

El artículo alega que se han realizado numerosas investigaciones sobre la supremacía de la enseñanza diferenciada en detrimento de la enseñanza mixta; y un buen de alumnos de centros con educación diferenciada obtienen mejores resultados académicos. Cabe comentar que se trata de un artículo encontrado en una página web sudamericana, por lo que cabe mencionar la situación en EE.UU. Me dispongo a reproducir literalmente:
“Con la idea de aumentar la oferta educativa en la enseñanza pública, el gobierno ha anunciado cambios legales que eliminan muchas de las restricciones que hasta ahora impedían crear escuelas públicas donde chicos y chicas estudien separadamente. Este tipo de colegios había casi desaparecido después de que una ley prohibiera la discriminación por razón de sexo. Esta disposición no veta la educación diferenciada, pero se ha aplicado de tal manera que en la práctica ha hecho muy difícil la existencia de colegios no mixtos en el sistema público”. A lo largo de todo el artículo se van citando casos en los que se afirma haber quedado demostrado por muchos estudios (lamentablemente no expuestos) que la educación diferenciada es la mejor solución para incrementar el nivel académico de los alumnos. Demandan que se eliminen las reticencias existentes por razones de discriminación y piden que se aplique esta clase de enseñanza en todos los países. De hecho, critican que haya países que adopten posturas contrarias a la educación diferenciada, entre ellos nuestro país. Sostienen que en España el gobierno socialista quiere reducir la enseñanza diferenciada incluso en las escuelas privadas. Y es que España ha decidido retirar la financiación pública a los colegios privados concertados que no sean mixtos alegando que la enseñanza diferenciada supone una segregación por razón de sexo. El autor del artículo mencionado critica este asunto sosteniendo que “se politiza la elección entre la enseñanza mixta o diferenciada que debería ser estrictamente pedagógico y dejado a la libre elección de la familias”. José Luis García Garrida, catedrático de Pedagogía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) subrayó esta idea en el ABC hace un tiempo: “Es absurdo pensar que en las sociedades abiertas en las que hoy viven nuestros hijos la escuela diferenciada pueda constituir una amenaza de segregación sexual o social. Es hipócrita afirmar, como hacen algunos que en cambio apoyan la existencia de hogares (me resisto a llamarles familias) homosexuales y unisexuales –permitidme el inciso para tachar de barbaridad homofóbica esta última afirmación-, que las escuelas tengan que ser necesariamente mixtas”. Para finalizar, el artículo critica que el gobierno elimine de un plumazo dogmático el pluralismo de la oferta educativa.

Una vez ha quedado más o menos claro el contenido del artículo o texto en cuestión (para más lectura completa visitar el siguiente link) me gustaría plasmar mi humilde opinión respecto al tema.

En primer lugar me gustaría romper una lanza (solo una) a favor de este artículo en cuanto a la libertad de educación se refiere. Estoy de acuerdo con que debería recaer en manos de los padres la educación de sus hijos, así como el modelo que éstos consideren más adecuado para el aprendizaje del niño. Si los buenos resultados de los que tanto se presume (ya saben, todo lo que han demostrado los inexplicablemente ausentes estudios) logran convencer a los padres de que la educación diferenciada resulta ser una opción mejor a la enseñanza mixta y conlleva resultados más fructíferos. No dudo de que cada uno debería poder escoger.

No obstante, permítanme que me pronuncie contraria a este método de educación. No dudo de los datos que se aportan y no digo que la enseñanza diferenciada no conlleve, en algunos casos, mejores resultados que la educación mixta. Una forma de incrementar la eficacia académica, supongo. Es más no dudo de que haya otras maneras de rendir mejor en la escuela; no sólo se me ocurre separando a niños de niñas, también se me antoja que podríamos seguir separando en clases diferentes a hijos de padres con estudios universitarios, de los que no tienen; también podríamos diferenciarlos según el lugar del que procedan o donde vivan, así por un lado los que vivan en pisos de protección oficial y los que vivan en chalets adosados por otro. Para mejorar la eficacia y el ambiente también podríamos separarlos por guapos y feos, todo ello demostrado con sesudos estudios de importantes universidades claro está.

Ahora hablando en serio, me parece realmente un verdadero atraso que se separe de esta forma a los alumnos, por mucho que mejore la eficacia e independientemente de si ello podría depararnos niños más listos y preparados. Me parece una barbaridad la segregación de las personas, la diferenciación y creo que este tipo de métodos puede llegar a inculcar valores de exclusión. Quizá, no lo niego, adopte una postura alarmista pero no deja de extrañarme que haya aún personas que aboguen por un sistema tan conservador, diferenciador y excluyente. Cada día vemos un mundo más globalizado donde tienen fusión múltiples culturas, y eso nos depara un mundo más diverso, más intercultural. Debemos aprovechar esta diversidad para fomentar unos valores de integración y de tolerancia y nunca de separación y exclusión. Nada de compartimentos ni de aulas cerradas, nada de separar a listos y a tontos, a chicos y a chicas, a extranjeros de nativos. Pero bueno, si los estudios alegan este tipo de métodos por la eficacia, ya debemos hacerle caso.

Permítanme que les conteste que no. Que esta clase de métodos no ayuda a nadie, no nos hace más eficaces si pretende educar a nuestras futuras generaciones en ideas como la diferenciación y la separación. Yo voto sí a la multiculturalidad y voto un NO rotundo a la segregación.

Aún así, todos podemos opinar. Os invito a reflexionar sobre ello.

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