domingo, 4 de noviembre de 2007

Las pizarras interactivas

Año 2007 + X. ¿Te acuerdas de cuando se utilizaba el ratón?



El vertiginoso desarrollo de la tecnología y el advenimiento de una nueva era, ha influido en la transformación de los roles de vida de los habitantes del siglo XXI, así como en las todas las esferas de la Sociedad. Lo que en un pasado era impensable, se ha materializado de forma rápida y eficaz. Hablamos de unas transformaciones que décadas atrás eran inimaginables, quizás sólo concebidas en las mentes ingeniosas de escritores de ciencia ficción. Atrás hemos dejado los viejos hábitos, las rutinas obsoletas, y hemos dado la bienvenida a fenómenos vanguardistas que nos acercan el mundo a solo un golpe de ratón.
Con el advenimiento de los avances en las tecnologías de la información, se han producido cambios importantes en la vida de la gente que, de una forma u otra, se ha acabado adaptando. Los avances están tan integrados en nuestra rutina que ya no nos extrañamos de nada; han irrumpido en nuestros hogares los ordenadores, Internet, la televisión por cable, el teléfono 3G, y han hecho que nuestros hábitos cambien sin apenas darnos cuenta. Esta nueva forma de vida y de ver el mundo, supone a su vez unas nuevas formas de comunicación y unos cambios importantes e nuestras actividades de ocio. Nos encontramos, de golpe, inmersos en una migración de lo analógico a lo digital. Pero, ¿recordamos aún los tiempos en que esto no era así?

Desde bien pequeñita me ha gustado soñar. Mis profesores decían de mí en la escuela que era una niña muy imaginativa y que veía y plasmaba el mundo a mi manera. De hecho, no era extraño verme dibujar coches voladores o inventar relatos e historias sobre sociedades futuras en las que los libros se leían en el aire y la televisión se veía por unas gafas. Cuando tenía seis años y aún no existían apenas los móviles y los ordenadores ocupaban todo el escritorio, pensaba en cómo sería el mundo en el futuro? Al hacerme mayor y darme cuenta de todo lo que ha avanzado y se ha desarrollado el mundo en pocos años, aún me resulta más intrigante imaginar cómo viviré de aquí a 30 años. Os recomiendo ver este vídeo antes de seguir leyendo. Lo encontré hace poco de casualidad en uno de esos blogs a los que accedes mediante una entrada, de una entrada, del link, de un link. Ya digo, de casualidad.

http://www.youtube.com/watch?v=RPwaUp4gepU

Antes de nada me gustaría plasmar lo asombrada y pasmada que me quedé al verlo. Una vez más me quedé fascinada por lo que los avances en la tecnología pueden llegar a conseguir. Nunca hasta entonces había imaginado o tenido la percepción de este tipo de interactividad; nunca pensé que podría llegar hasta este punto. Lo veo como un gran ascenso en una gradería que cada vez tiene más escalones pero que nos lleva, día tras día, a un mundo lleno de facilidades y nos proporciona un amplio abanico de posibilidades asombrosas. Este tipo de interactividad y este avance tecnológico del que aún algunos no tenemos conciencia, no sólo ha influido de manera muy significativa en todos los sectores de la esfera social, también ha cambiado los roles de actuación en muchos ámbitos y, de hecho, aventuro a pensar que aún nos puede proporcionar e influir mucho más.
Si observamos el video, vemos como la sintonía establecida entre hombre y máquina llega a unos niveles insospechados. Se establece como una especie de comunicación más estrecha, más natural y más espontánea pero, sobretodo, mucho más directa. Ya no nos es necesario un aparato que nos permita comunicarnos con el ordenador, con la máquina. La interacción se desarrolla y se lleva a cabo de forma mucho más natural; sólo nos hace falta observar las manos. Las manos, que se establecen como un instrumento periférico del cerebro humano que permite interactuar con el mundo exterior, un mundo exterior virtual, como es el caso. Las manos permiten una mayor posibilidad de interacción y nos permite arrastrar objetos con cualquier parte de la extremidad. También podemos utilizar varios dedos al mismo tiempo e incluso usando las dos manos a la vez manipulamos espacios tridimensionales, hacemos zooms, desplazamientos…Ya no necesitamos ratón. De hecho, para llegara a este grado de interacción, con los sistemas actuales tendríamos que disponer de más de dos ratones funcionando a vez, un montón de botones y hasta podría ser necesario leerse un tochazo de manual de instrucciones antes. Podríamos hablar de una interacción libre, espontánea, directa, natural, fácil. Es la que seguramente aproveche más posibilidades interactivas.
Ahora bien, cabe preguntarse, qué posibilidades tienen este tipo de sistemas de inmiscuirse en los diferentes sectores de la esfera social? En los siguientes apartados intentaremos explicar lo que las pizarras interactivas permiten y cómo afectan, positiva o negativamente, al campo de la educación.




Las pizarras interactivas en el aula


La sociedad está viviendo un proceso de transformación social y cultural gracias a los avances tecnológicos que cada día experimentamos, por lo que exige la capacitación de estos recursos humanos en lo que a innovación se refiere. Es por ello que algunos proyectos, iniciativas o centros de telemática e informática se presentan como una de las alternativas más adecuadas para satisfacer la demanda existente. Estos centros tienen como finalidad principal incorporar las tecnologías de la información y la comunicación al proceso educativo Se realizan, entre otras cosas, actividades de aprendizaje mediatizadas por ordenadores con el fin de facilitar y reforzar los contenidos del temario que se imparte en las aulas. Estas actividades son realizadas con la ayuda de los mismos profesores, a quien proporcionan herramientas necesarias que le permiten involucrarse con las nuevas tecnologías de la información. A su vez, los docentes contribuyen a una formación adecuada del alumno, quien no sólo se naturaliza con las tecnologías sino que encima aprende cómo hacer uso de las mismas para acceder a la cultura.

Lo más parecido que he podido encontrar con respecto al vídeo que acabamos de ver es lo que se conocen como pizarras interactivas, que empiezan poco a poco a revolucionar la enseñanza. La pizarra interactiva es una pantalla sensible de diferentes dimensiones que, conectada a un ordenador y a un proyector, se convierte en una útil herramienta para los profesores al poder controlar, crear y modificar mediante un puntero cualquier recurso digital que se proyecte sobre ella. Este sistema, el cual permite que el material de cada clase pueda ser guardado, impreso o reutilizado, es mucho más sencillo que disponer de un ordenador por cada alumno. El proceso comienza en el ordenador, que es donde se genera la información que se quiere transmitir. Esta información se envía al proyector y éste, a su vez, la proyecta en la pantalla. De esta manera, el profesor puede mostrar todo tipo de contenidos (texto, imágenes, vídeos, esquemas, etc.) y manipularlos en tiempo real, es decir, que puede subrayar, por ejemplo, las partes que sean más importantes, añadir comentarios o, incluso, corregir errores durante la clase.

En mayo de 2006 había en España cerca de 700 pizarras interactivas en centros de enseñanzas no universitarias. A nivel internacional, una conocida marca de pizarras interactivas aumentó un 67% sus ventas en el ámbito educativo en apenas un año, entre 2005 y 2006.
Este método favorece la interacción entre los alumnos y sus profesores. Las clases resultan más atractivas y los estudiantes participan más. Además, pueden hacer uso del mismo en la presentación de trabajos, para explicar ideas o responder a preguntas sobre el temario. Gracias a este sistema, es posible mostrar en el aula el trabajo de un alumno, o enviar e-mails a los alumnos con archivos de interés.Los análisis realizados por la agencia BECTA muestran que estos dispositivos tienen efectos positivos en la enseñanza y en el aprendizaje, gracias a su versatilidad, posibilidad de interacción y atractivo. Al poder acceder a los contenidos de cada lección, los estudiantes no pierden tanto tiempo tomando apuntes y prestan más atención a las explicaciones del profesor.
En otro estudio realizado en España por Red.es, el 100% de los encuestados destacó la buena predisposición de los docentes para su uso en las prácticas habituales en el aula, sin embargo, los primeros problemas técnicos y la consiguiente pérdida de tiempo provocan que muchos dejen de usarlas.
Una de las principales ventajes que destacan los docentes es el aumento de la motivación del alumnado, un interés que consideran no se irá perdiendo con el tiempo gracias a las numerosas y variadas funciones de las que disponen las pizarras interactivas.
Las posibilidades que las pizarras interactivas ofrecen en asignaturas como matemáticas, idiomas o física son enormes, siempre y cuando la introducción de esta nueva tecnología vaya acompañada de un cambio metodológico en la enseñanza.

En este punto es donde podemos vislumbrar un atisbo de conflicto. Muchos docentes se muestran reticentes a este nuevo advenimiento y a esta vanguardista forma de educar. El aprendizaje ha sufrido, y sufrirá, miles de cambios gigantescos que revolucionaran el mundo de la enseñanza, siempre de forma positiva claro está. O quizás no esté tan claro. Para algunos profesores les es difícil adaptarse a las nuevas tecnologías, y ven la facilidad y la ayuda que éstos pueden llegar a proporcionar como un handicab o una barrera difícil de superar. Esta reticencia a aprender y a enseñar mediante nuevas formas pueden hacer que el futuro de las TIC corran peligro. Aún así, muchos de los docentes que han probado y se han beneficiado de las nuevas tecnologías apuestan por esta revolución digital. En todo caso, no hay duda que la alfabetización digital de la que tanto hemos ido hablando en este blog es completamente necesaria, en todos los ámbitos y esferas sociales. Los jóvenes parece que ya nos hemos ido acostumbrando a los avances y a la novedosa tecnología; para que nadie se quede colgado en esta nueva etapa, en esta nueva era de la información y la comunicación, se hace innegablemente necesaria la incorporación de nuevos métodos de aprendizaje en el campo de la educación. Ya no solo hablamos de usar las nuevas tecnologías en el aula; también nos referimos a instruir al alumnado y dotarle de las herramientas necesarias que le permitan formarse con un individuo informado que se sabe manejar y aprovecha al máximo las posibilidades que le ofrece la época en la que vive.

Si queréis ver un ejemplo de lo que las pizarras interactivas permiten, visiten el siguiente link
http://es.youtube.com/watch?v=cWOu_T_r7CU
Si queréis saber cómo convertir un aula en una clase interactiva
http://es.youtube.com/watch?v=tLeY-jt-32Q

Y tú qué... cómo lo ves. ¿Qué valor pondrías a la X (año 2007+X)?


Referencias
www.aprendemas.com
www.wikipedia.com
www.pizarrasinteractivas/recursos.com
www.youtube.es

La Televisión a la Carta

La televisión a la carta
Y otras transformaciones de la caja tonta



El vertiginoso desarrollo de la tecnología y el advenimiento de una nueva era, ha influido en la transformación de los roles de vida de los habitantes del siglo XXI, así como en las todas las esferas de la Sociedad. Lo que en un pasado era impensable, se ha materializado de forma rápida y eficaz. Hablamos de unas transformaciones que décadas atrás eran inimaginables, quizás sólo concebidas en las mentes ingeniosas de escritores de ciencia ficción. Atrás ha quedado la resignación de los telespectadores al comprobar que la programación televisiva no se ceñía a sus gustos. Atrás hemos dejado los viejos hábitos, las rutinas obsoletas, y hemos dado la bienvenida a fenómenos vanguardistas que nos acercan el mundo a solo un golpe de ratón. La televisión, uno de los medios de masas más importantes e influyentes de nuestra historia, ha sufrido un cambio tan radical que incluso nos es difícil reconocerla. Las viejas estampas desaparecen, dejándole paso a la televisión a la carta, por Internet, o en teléfono móvil.
Las nuevas tecnologías nos han hecho la vida más fácil y más cómoda, sólo nos queda aprender a disfrutar de sus ventajas e intentar reparar las brechas y las consecuencias negativas que han traído a su paso

El impacto de las nuevas tecnologías: la televisión a la carta

Sillón de cuero con reposapiés y reclinatorio de 5 marchas, 600€.
Televisión de casi 200 pulgadas extraplano y con sonido doble surraun, 300€. Bolsa de panchitos y cerveza San Miguel, 3€. Pilas para el mando de la tele, 1€
Tirarte en el sofá, sucumbir ante la poderosa y enigmática atracción del televisor y que no emitan nada interesante…no tiene precio.

Cuantas veces nos ha pasado, el enchufar la caja tonta para relajarnos de nuestra ajetreada vida, y encontrarnos con que no hay nada que apetezca ver. Miles. Al final, terminamos viendo la serie de médicos de turno, un interesantísimo debate sobre el clan de los Janeiro, el apareamiento del castor macho canadiense, o acabamos soportando a ese hermano que nadie quiere tener. Es entonces cuando anhelamos ese programa tan interesante y que tanto nos gusta ver, ese que solo emiten a las 4 de la madrugada del domingo. Llegados a este punto, uno comienza a soñar, a imaginar que una televisión a su antojo es posible; una televisión en la que elegiríamos qué queremos ver y cuándo lo queremos ver. Como cuando vamos al restaurante y pedimos el menú del día. Como entrante me va a poner usted una serie policíaca sazonada con el debate del realityshow de turno y acompañada por un buen chorreón de salsa rosa de cotilleo del corazón. De segundo, me va a traer usted un documental sobre las cirugías de estética, sin grasa y poco hecho por favor. Y de postre, de postre una serie de médicos de la temporada.
Se trataría de una televisión nueva, diferente a todo lo anteriormente visto. Hablamos de un fenómeno que se ha alzado en boga durante los últimos tiempos, se trata de lo que conocemos por televisión a la carta.
Años atrás, resultaría casi impensable que un self service en la televisión fuera posible. No obstante, los habitantes del siglo XXI nos hemos visto inmiscuidos, casi sin reparar en ello, en una verdadera e importante transición; una migración que hace que lo analógico quede obsoleto y nos empuja hacía un nuevo universo tecnológico que nos adentra en una nueva era, la era de la digitalización.

El vertiginoso desarrollo de la ciencia y la informática ha irrumpido en todos los ámbitos y niveles sociales de la población, de modo que en los tiempos actuales la nueva tecnología se ha convertido en uno de los productos fundamentales del consumo de la modernidad. Este nuevo y acelerado desarrollo que se gesta en el mundo, trae consigo cambios que repercuten directamente en los procesos y fenómenos sociales, y en las demás esferas de nuestra vida. En este sentido, hablamos de un impacto, de cómo ha afectado el desarrollo de la tecnología en los hábitos y actuaciones de la gente. Nos topamos con un nuevo patrón de actuación y una vanguardista visión del mundo, incapaz de concebir un estilo de vida al margen de las nuevas aportaciones tecnológicas.
Atrás ha quedado la estampa familiar en la que padres, hijos y abuelos, se postraban ante la caja tonta, rindiéndose ante la escasa y similar oferta que ofrecían la televisión. Atrás ha quedado también la imagen de todos aquellos niños que reían y disfrutaban en la calle jugando al bote o al escondite. Y ya nos podemos olvidar de las cartas trazadas a mano, los radiocasetes o el incesante traqueteo de la máquina de escribir. Los tiempos de Cuéntame como pasó han sucumbido ante la nueva y variada oferta que nos ofrecen los avances tecnológicos. Ya no nos son suficientes los 6 o 7 canales con los que nos conformábamos antes. Menos mal que tenemos la TDT o el Digital +, que nos ponen en bandeja un sinfín de posibilidades. Y si la abuela se lía con el mando, la enchufamos a la interné, que allí ya están colgados todos los capítulos de la novela de por las tardes. Basta con usar el eMule para descargarnos rápidamente las temporadas de nuestras series estadounidenses favoritas, sin anuncios, en calidad de alta definición, en versión original y con subtítulos. Una verdadera ganga. Se acabó esperar a que llegue el día o la hora de nuestra serie favorita. Adiós a los cada vez más frecuentes, largos y odiosos cortes publicitarios. Ya no nos adaptamos a la televisión, es ella la que se adapta a nosotros.
De la misma manera, topamos con una televisión individualizada. La audiencia ha sufrido una segmentación y se ha creado una clientela más plural y más diversa; la sociedad ha dejado de ser considerada una sola masa. Hablamos de una programación personalizada, creada a nuestro antojo; La televisión con la que tantas veces hemos soñado, ya se encuentra a nuestro alcance. Oh sí, bendita tú seas, televisión a la carta!

La televisión a golpe de ratón


Un nuevo sistema de televisión por Internet que a todas luces acabará con el modelo tradicional de emisión, ya se está cociendo a fuego lento. Disfrutar de la televisión a través de Internet, a pantalla completa, eligiendo lo que se quiere ver y cuándo se quiere ver. Una oferta a la carta a golpe de ratón, que no dejará indiferente a nadie (usuarios, productores, anunciantes).

Si de un trailer cinematográfico se tratara, no quedaría otra que decir “De los creadores de Kazaa y Skype, llega la gran revolución tecnológica a sus pantallas. No te pierdas Joost, te dejará sin palabras”. Si le pones la voz de Constantino Romero y una música impactante gana credibilidad, sin duda. Se trata de un nuevo fenómeno que promete causar revuelo en los próximos tiempos. Y es que la televisión que permite Joost es distinta a todo lo anteriormente visto; en esta ocasión se lleva la televisión a la Red, con canales, calidad de imagen y listas de reproducción a la carta. De esta forma el usuario puede ver el programa que desee gracias a un buscador y sin interrupciones publicitarias. Aunque se trata de un fenómeno ciertamente novedoso, lo cierto es que algunos privilegiados ya pueden disfrutar de sus ventajas. Los usuarios de Joost disponen de cierto tiempo de invitaciones que pueden enviar a sus conocidos para que prueben la nueva televisión. Si uno recibe una, lo único que tendrá que hacer es descargar un programa informático, instalarlo y disfrutar del privilegio. Y totalmente gratis, pues se financia mediante la publicidad convencional (aunque con ausencia de cortes publicitarios).
Actualmente, está en vías de investigación pero promete desbancar a otros sistemas de televisión a la carta.

La televisión portátil

La televisión móvil está pasando por una auténtica revolución que poco a poco ha ido convirtiéndose en una realidad. Quien iba a decirnos que podríamos disfrutar de nuestro programa o serie favorita mientras viajamos en el metro o esperamos en la consulta del dentista. Los proveedores del servicio actualmente investigan cuáles son los estilos de envío de contenido más adecuados, y están arriesgándose con el lanzamiento de nuevos canales de televisión en el móvil. A día de hoy, podemos hablar de un fenómeno que se ha asentado con éxito en EEUU y que está inmiscuyéndose a nivel mundial mediante pruebas de viabilidad. Hay muchas empresas jóvenes que ya están trabajando sobre nuevas ideas para aprovechar el tirón de esta novedad. Y es que Java, Flash y otras plataformas operativas móviles multimedia ya se han establecido correctamente. Además, las redes móviles 3G y 4G están penetrando en Europa, Asia y Estados Unidos con éxito; sus habitantes ya utilizan su móvil para mirar eventos en vivo, obtener información de noticias al instante, chatear con sus compañeros o ver la televisión a la hora que le apetece y gozando de la movilidad que el teléfono móvil te permite.
Pocos días después de que Vodafone lanzara su servicio de televisión, Amena anunciaba su nueva oferta de canales de Televisión. Por su parte, Telefónica Movistar tampoco se quedaba atrás, ni tampoco Orange y las demás compañías telefónicas. En los tiempos que corren, ya no nos extraña poder disfrutar del privilegio de ver la televisión en el teléfono móvil. Y digo privilegio porque si bien es cierto que se trata de un fenómeno novedoso que no nos causa sorpresa, aún no se ha normalizado lo suficiente, por lo que los precios aún oscilan entre precios altos que no todo el mundo está dispuesto a pagar.
Aún así, si medio millón de personas están dispuestas a suscribirse a un servicio cuya tecnología y oferta de contenido en general todavía está madurando, uno puede apenas imaginar el éxito que puede alcanzar una vez que la tecnología esté ampliamente adoptada.

La incipiente migración: cuando los hábitos cambian sin darnos cuenta

Ahora que los nuevos avances tecnológicos nos dan la bienvenida, cabe remarcar el hecho de que las transformaciones tecnológicas son inversamente proporcionales en la actuación de los usuarios.
Con el advenimiento de los avances en las tecnologías de la información, se han producido cambios importantes en la vida de la gente que, de una forma u otra, se ha acabado adaptando. Los avances están tan integrados en nuestra rutina que ya no nos extrañamos de nada; han irrumpido en nuestros hogares los ordenadores, Internet, la televisión por cable, el teléfono 3G, y han hecho que nuestros hábitos cambien sin apenas darnos cuenta. Esta nueva forma de vida y de ver el mundo, supone a su vez unas nuevas formas de comunicación y unos cambios importantes e nuestras actividades de ocio. Nos encontramos, de golpe, inmersos en una migración de lo analógico a lo digital.

Nuevos comportamientos: la interactividad

Sentados en el sillón. En una mano un mando a distancia, en la otra el teléfono móvil. Ante nosotros, se alza la televisión, con descodificador para TDT, por supuesto. ¿Qué nos apetece decirle a Boris Izaguirre que su camisa es un horror? Se lo decimos. ¿Qué nos viene de gusto despotricar contra el personajillo amante de toreros de turno? Lo hacemos. ¿Qué nos da por decirle a Santiago Segura qué poner en su programa? Adelante. Todo esto es muy fácil, solamente nos hace falta un teléfono móvil y ganas de participar e inmiscuirse de veras en el programa que estás viendo, vía sms o correo electrónico. Hablamos de la interactividad, del nuevo papel que representa el espectador en el escenario televisivo. Las nuevas tecnologías, nos permiten formar parte del programa que estamos viendo, y nos hacen convertirnos en audiencia activa que se involucra en la televisión. Se da la oportunidad al usuario de convertirse en emisor, la decisión recae solamente en ti (y repercute en el saldo de tu telefóno, de paso).

Una clientela sumisa

De toda esta profunda transformación, podemos destilar una cierta preocupación por las consecuencias negativas que pueden acarrear las nuevas tecnologías. Todas estas innovaciones no van cayendo del cielo, si hoy día podemos disfrutar de teléfonos móviles, bolsa interactiva, Internet o Televisión a la carta, es por que hay empresas o organismos que las promueven y comercializan con ellas, a fin de obtener un beneficio final. Estos avances se establecen pues como una novedosa y atrayente mercancía, que se dedica a atender las necesidades de los sectores de población más solventes. Sin quererlo ni beberlo, los usuarios topamos contra una vanguardista y revolucionaria forma de mercado. Hemos pasado de ser el espectador pasivo que se conforma con lo que emiten en TVE, a ser un cliente que compra los contenidos de la televisión que le apetece ver.
Desde sus inicios, la televisión se ha alzado como uno de los medios de comunicación más atrayentes e influyentes. Su desarrollo a lo largo de los años, ha significado un verdadero cambio en las actitudes de la población, en su manera de actuar, pensar, y concebir la realidad. Desde siempre la caja tonta nos ha tenido cautivos y fascinados, y nos ha hecho sucumbir ante su atrayente poder. Ahora, cuando los tiempos que corren han hecho que nos desencantemos un poco de nuestro amor platónico, los empresarios miembros de cadenas televisivas se ven en la obligación de avivar de nuevo la llama del amor.

La brecha digital

Ahora que ya hemos hablado de la influencia de las transformaciones de la televisión en los hábitos de los usuarios; del nuevo fenómeno que comportan estos cambios, como es el de la interactividad; o de la nueva televisión que se está horneando en Internet; cabe preguntarnos hasta qué punto puede llegar a influir la incursión de la tecnología en nuestras vidas.
En una era en la que las nuevas tecnologías cobran un papel tan importante, no es de extrañar que el acceso (o no) a las mismas constituya en muchos casos el detonante de un problema bastante grave. Aún en los tiempos que corren, en pleno siglo XXI, nos topamos con una polarización bestial de la población mundial. El mundo queda divido en dos bandos: los conectados y los no conectados. Y es que, ciertamente, las dificultades económicas que padecen algunos países betan el acceso de sus gentes a las nuevas tecnologías. Sin los soportes adecuados, mucha gente no puede acceder a la información. ¿ Y aún nos atrevemos a hablar de globalización? El porcentaje de personas “no conectadas” a la Red es bastantemente superior al de las personas que surfean por las entrañas de las tres W. De este modo, vemos que se produce un acentuado distanciamiento entre aquellas personas con acceso a los medios y los que no. Se produce lo que se conoce como brecha digital.
Pero no sólo las desigualdades económicas son las causantes de este digital divide, la falta de alfabetización digital es también otra de las causas principales. Ahora que topamos con un universo casi desconocido, nuevo, con unas necesidades y unos funcionamientos específicos, es necesario saber adaptarse a él.
No paramos de referirnos a una expansión tecnológica. No seamos hipócritas, intentemos luchar para encontrar la forma en que esta expansión constituya verdaderamente una realidad uniforme en todos los rincones del mundo.

Cibernàrium y Telecentros

Integración en la Sociedad de la Información: la necesidad de democratización en alfabetización digital


Ocurre a veces, intentamos meternos en un pantalón y no podemos, ya sea porque nos ha crecido el pompis o porque nuestra lavadora nos ha jugado una mala pasada. Lo mismo ocurre con las tecnologías, que se han quedado pequeñas. Es por eso que continuamente se intenta mejorar, mediante la innovación y el perfeccionamiento, para disponer de facilidades que nos ayuden en esta nuestra complicada vida.

A lo largo de las anteriores actualizaciones, hemos ido observando y analizando el advenimiento de una nueva concepción de sociedad, en la que las nuevas tecnologías y el acceso y la producción de información cobran especial protagonismo. Tan solo unas pinceladas respecto al tema, nos han llevado a reflexionar sobre la nueva etapa a la cual nos dirigimos. Hablamos de una fase de desarrollo que ya hemos comenzado a afrontar y que, no obstante, ha significado tan sólo un pequeño paso del gran camino que nos queda por andar.

No nos referimos a otra cosa que la emergente Sociedad de la Información en la que nos estamos inmiscuyendo poco a poco. Una sociedad impulsada por un vertiginoso avance científico y tecnológico enmarcada en un contexto neoliberal y globalizador, que se sustenta en el uso generalizado (y no tan generalizado) de las potentes y vanguardistas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y cuyos efectos han conllevado, conllevan y conllevarán cambios que alcanzarán todos los ámbitos de la actividad humana. En esta nueva fase, la creación, distribución y manipulación de la información forman parte importante de las actividades culturales y económicas.

De acuerdo con la declaración de principios de la Cumbre de la Sociedad de la Información llevado a cabo en Ginebra (Suiza) en 2003, la Sociedad de la Información debe estar centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida.

Siguiendo esta línea de integración de todos los individuos en la nueva sociedad, surgen miles iniciativas que tienen como objetivo llevar a cabo programas de alfabetización del individuo, que proporcionan las herramientas y los conocimientos necesarios para que todas y cada una de las personas que componen la sociedad puedan insertarse en la nueva etapa que estamos afrontando, adaptándose por completo a los cambios y a las innovaciones de las que día a día vamos siendo testigos. Hablamos de alfabetización mediática. Hablamos de la necesidad de educar y formar al individuo de forma que éste adquiera el criterio necesario que le ayude y proporcione la capacidad de hacer un buen uso de todas las posibilidades que nos ofrece la nueva era de la información de forma que, a la vez, pueda participar en ella contribuyendo a la difusión de conocimientos y estableciéndose así, como un productor útil de contenidos. Ahora bien, ¿quién se encarga de llevar toda esta teoría a la práctica? Y, lo más importante, ¿cómo y por qué existe esta necesidad de alfabetización? ¿Existen algunos sectores reticentes a dar acogida a esta nueva etapa de la información?


CIBERNÀRIUM

Sentada frente al ordenador y con una naturalidad casi asombrosa, Manuela (63 años), a golpe de teclado, le cuenta a su nieta Itziar, que está de Erasmus en Francia, mil historias y porvenires de la cotidianidad y de su día a día.
Un poco más lejos, Salvador (45 años) consulta los horarios del cine por Internet. Su mujer, a su lado, lo mira como un bicho raro a la vez que lo envidia por su manejo torpe, aunque finalmente eficaz, del ordenador.
Marcos resopla una y otra vez, cargándose de paciencia con cada bufido, al ver que a su abuelo Manuel (57 años) le cuesta tanto comprender que el ratón, ese extraño y pequeño dispositivo que controla el cursor de la pantalla, no muerde.
Dulce Cristina (49 años) da vueltas y vueltas por la biblioteca intentando localizar el libro que su nieta le ha pedido que le lleve. Tras un rato de insistencia se rinde y decide pedir ayuda al bibliotecario, quien le aconseja que use el sistema de búsqueda on-line, señalándole al ordenador. Ante la incapacidad de Cristina de usar lo que a ella se le antoja tan moderno, desiste y se marcha.

Hace unos años estas escenas se nos antojarían cuanto menos curiosas o extrañas. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías y la nueva era de la información no es raro toparnos con gente que intenta adaptarse a las vanguardias, independientemente de la edad, el género o el nivel económico que tengan. Los casos Manuela o Salvador no quedan tan aislados en la sociedad en la que nos encontramos; aún así personas como Manuel o Dulce Cristina aún no están integradas en los nuevos avances tecnológicos y para ellos la necesidad de alfabetización se hace innegablemente patente. Afortunadamente, ello no significa un problema en nuestra ciudad: desde 1999 los barceloneses podemos disfrutar de Cibernàrium, un espacio de educación digital asentado en el distrito de Nou Barris con el que podemos aprender a desenvolvernos mejor y a interactuar con los nuevos avances que la tecnología nos proporciona.

En esta línea y, siguiendo con el tema de la alfabetización digital, Cibernàrium, se establece como uno de los cientos de proyectos cuyo objetivo principal no es otro que proporcionar ayuda para la adaptación a las nuevas tecnologías y la incursión a la sociedad de la información a todas aquellas personas que lo necesiten. Enmarcado dentro del proyecto alis, abarcando competencias a nivel europeo e incluso en América latina, nos topamos con un proyecto que pretende fomentar y promover la participación ciudadana en los mecanismos de la sociedad. También cabe destacar que este tipo de proyectos suelen ser de índole gratuita, lo que evita la exclusión económica que podría producirse si fuera el caso. Y es que este tipo de proyectos intenta evitar por encima de todo lo que se conoce como brecha digital (de lo cual hablaremos más tarde).

Desde abuelos a jóvenes, pasando por nuevos empresarios a profesores con ganas de seguir aprendiendo. Cibernàrium da cabida a todo tipo de personas interesadas en instruirse. No solo acoge a ciudadanos de la 3ª edad interesados, ahora que tienen un poco de tiempo libre, a desenvolverse en las tecnologías que tan naturales les parecen a sus nietos; al contrario, esta iniciativa también va dirigida a niños o a jóvenes, y a padres y a madres. Cualquiera, independientemente de la edad o cualquier otro factor determinante, puede aprender con Cibernàrium. Y es que, precisamente, eso es lo que se hace en este programa: aprender. Aprender a manejarse y a formarse digitalmente y obtener herramientas de crecimiento para aprovechar todas las posibilidades que nos ofrece la Red.

El programa se presenta con una doble naturaleza y se desarrolla siguiendo dos ramas de actuación y formación: Por un lado, “Inicia’t a Internet” pretende proporcionar a los no-iniciados la posibilidad de descubrir, conocer y aprender a utilizar las herramientas digitales. Mediante talleres y clases, los usuarios se naturalizan poco a poco con los ordenadores y empiezan a utilizarlo; más tarde practican con los recursos que Internet proporciona para comunicarse, entretenerse y trabajar. Desde las actividades más sencillas que van desde encender el ordenador hasta enviar un e-mail. Por otro lado, “Creix amb Internet” proporciona a los ya iniciados en las nuevas tecnologías y en Internet diferentes posibilidades de enriquecimiento personal y profesional. Crea individuos más eficientes y productivos y les enseña nuevas metodologías, tendencias, aplicaciones y soluciones tecnológicas para avanzarse a la competencia. Desde practicar con las herramientas multimedia hasta programar tu propia página web.

Más de 1000 m2 de instalaciones de acceso libre y gratuito para todo el mundo. Actividades y talleres de corta durada (de una a cuatro horas) que se actualizan trimestralmente. Con programas abiertos a todas las posibilidades y con la facilidad de poder crear tu propio recorrido formativo, adaptándose a tus intereses y necesidades. Esto es todo lo que ofrece Cibernàrium. Una apuesta hacia el futuro, dar el paso, sin embargo, depende de nosotros.

(LINK
http://es.youtube.com/watch?v=GuBF3UgeMrg)



LA IMPORTANCIA DE LA ALFABETIZACIÓN


En pleno siglo 21 (recordáis mi manía a los números romanos?) nos encontramos con que somos protagonistas de un mundo nuevo cada vez más desarrollado e integrado en tecnologías vanguardistas que demuestran el avance que estamos experimentando. Las nuevas tecnologías de la comunicación ayudan a fomentar esta nueva concepción de sociedad de la que ya hemos hablado. A su vez, no obstante, las TIC ponen en cuestión una adaptación masiva de la sociedad y muchos somos los que nos preguntamos si realmente todos estamos integrados en esta nuevo panorama. Cómo desarrollarse con éxito dentro de esta nueva etapa social y porqué, he ahí la cuestión.

Iniciativas como Cibernàrium ayudan a elevar el nivel de digitalización de la sociedad, reduciendo así los posibles efectos de la conocida brecha digital. Brecha digital es una expresión que hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen Internet y aquellas que no, aunque también se puede referir a todas las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (teléfonos móviles y otros dispositivos). Como tal, la brecha digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías. Este término también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica.

Cuando hablamos de brecha digital lo primero que se nos viene a la cabeza son las diferencias existentes entre países ricos y pobres o entre sociedades desarrolladas y subdesarrolladas. Pero la realidad dista mucho de esto ya que la brecha digital no afecta únicamente a las sociedades de países sin recursos; también atienden a razones étnicas, laborales, de edad, de nivel económico e incluso de género. Por ello debemos rechazar y combatir los factores excluyentes de cualquier índole y procurar democratizar el acceso a las nuevas tecnologías. Todo esto está en nuestra mano y todos podemos colaborar en ello. En este sentido, cabe aplaudir a iniciativas como la de Cibernàrium, que contribuyen con la causa y se preocupan en ayudar a todos aquellos excluidos que necesitan integrarse. En la media que la población no sea capaz de acceder y manejarse de manera eficiente en este mundo cada vez más digitalizado, los individuos quedarán descolgados del conjunto de la sociedad con lo que ello significa: desinformación, incultura, manejos arcaicos, competencias laborales insuficientes, ect. Hay que evitar todo esto y hay que abogar por una sociedad que dote a sus integrantes de las capacidades mínimas necesarias de acceso e integración en la sociedad.


TELECENTROS

Según Internet World Stats, actualizado en el 2006, de los 985 millones de internautas conectados, casi el 70% vive en los países industrializados, donde reside el 15% de la población mundial. Mientras que Europa y Estados Unidos suman 500 millones de usuarios, en todo el continente africano no hay más que 4, y estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad o campo, edades, estatus sociales, paralelamente a las "brechas" de siempre: el acceso a la sanidad, a la educación, la mortalidad infantil, el hambre, la pobreza. Ya hablábamos antes de la digital divide, o brecha digital.

En España, la brecha digital no es un fenómeno aislado, por mucho que se trate de un país desarrollado. Aunque quizás a los que vivimos en grandes ciudades nos extrañe el fenómeno off-line y nos quede un poco lejos la situación desventajosa en la que se encuentran muchos municipios, la realidad queda muy lejos de la apariencia. Y es que existen algunas zonas imposibilitadas que no pueden disponer de una conexión a Internet, se encuentran con dificultades a la hora de ver la televisión e incluso se encuentran desconectados del mundo por la falta de cobertura. Estos pequeñas cosas que a priori a algunos nos parecen tan insignificantes pueden llegar a marcar una diferencia abismal entre unos municipios y otros. Topamos con un panorama complejo compuesto por diferentes situaciones: por un lado zonas aisladas en cuyo lugar la construcción de una red de fibra óptica o la instalación de una antena son metas difíciles de alcanzar que se convierten en un reto; por otro, topamos con pueblos o municipios de pocos habitantes que, por razones que sean (véase edad, cultura, formación…), se niegan a enrolarse en esta nueva aventura (para ellos lo es) que representa la Sociedad de la Información y no sienten la necesidad de disponer de una malla de acceso a la red.

Quién no ha escuchado alguna vez el caso de aquel pueblo que no tiene cobertura, o quien no ha visto un España Directo en el que entrevistaban a los habitantes de una villa alejada rural en la que no disponen de antena de televisión o de acceso a Internet. Historias y situaciones de ésta índole no son tan extrañas como a priori nos puedan parecer.

En sintonía con la el proyecto Cibernàrium y sus objetivos, los Telecentros se presentan como una opción alternativa existente en España y otros países de Latino América y Europa, cuya finalidad principal se centra en proporcionar acceso a las nuevas tecnologías, a todos aquellos que se ven desconectados de esta nueva realidad. Su actuación tiene como principal objetivo facilitar el acceso a las nuevas tecnologías tanto a las poblaciones rurales como a los colectivos menos integrados y núcleos urbanos desfavorecidos, a fin de lograr su participación efectiva en la Sociedad de la Información.

Son lugares públicos donde la gente puede utilizar ordenadores con acceso a la Internet y otras tecnologías que ayudan a recopilar información y a comunicar con otras personas al mismo tiempo que desarrollan habilidades digitales. Cada telecentro es diferente pero todos convergen en el uso de la tecnología para el desarrollo social y comunitario, lo cual reduce el aislamiento, crea contactos, promueve temas relativos a la salud y crea oportunidades económicas. Y es que, los Telecentros son puntos de acceso a Internet que garantizan conexión ADSL o vía satélite de forma gratuita a todos aquellos que no dispongan de unas posibilidades que se lo permitan. En este sentido, destaca el acuerdo de colaboración para la puesta en marcha del programa Internet Rural, por parte del Ministerio de Agricultura, la Federación Española de Municipios y Provincias y Red.es. La idea surge con el objetivo de proporcionar a las zonas rurales de España una vía de acceso a las nuevas tecnologías. Para ello, se procedió a la instalación de Centros de Acceso a Internet de carácter público y gratuito en los entes locales rurales y, a su vez, se comenzaron a desarrollar, por parte del Ministerio de Agricultura, herramientas informáticas y software de interés para el sector primario.
De esta manera, gracias al esfuerzo común de todos los agentes involucrados, los telecentros instalados en el marco del programa Internet Rural permiten, por un lado, acercar los beneficios de la Sociedad de la Información a las poblaciones rurales y por otro, contribuyen en buena medida a fomentar el desarrollo territorial de estas áreas.
La buena acogida del programa Internet Rural, del que se han beneficiado más de 1.500 municipios, ha propiciado la firma de un nuevo acuerdo entre la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y red.es dirigido a reforzar y ampliar las actuaciones realizadas hasta el momento. Surge así un nuevo programa de actuación, Telecentros, cuyas actuaciones se desarrollarán a lo largo del periodo 2005-2008.
Con este nuevo programa, que cuenta con una inversión estimada de 24 millones de euros, se instalarán aproximadamente 1.500 nuevos telecentros en entes locales situados en zonas rurales de difícil acceso a las nuevas tecnologías así como en núcleos urbanos desfavorecidos, si bien se seleccionará con carácter preferente a aquellas poblaciones rurales que no dispongan de cobertura de tecnologías de acceso de Banda Ancha.

Las principales actuaciones a realizar en el programa Telecentros son :

- Conexiones a Internet de banda ancha buscando siempre la mejora de las condiciones de acceso de los ciudadanos que habitan en zonas rurales y urbanas desfavorecidas.
- Equipamiento de los Centros de Acceso Público a Internet.
- Servicios de instalación, mantenimiento y atención al usuario.
- Servicios de control y gestión del Centro.
- Portales de servicios a poblaciones rurales.
-Servicios de dinamización y formación

Los últimos datos recogidos por el Ministerio de Agricultura indican que en los últimos años en España ya existen cerca de 5000 telecentros (un número importante de los cuales están situados en Catalunya); nos topamos con datos optimistas pero, aún así, debemos seguir incentivando y animando a todos aquellos sectores de población más reacios a la alfabetización. A su vez, debemos alabar todas aquellas iniciativas que abogan por la proporción democrática de herramientas y conocimientos necesarios para desenvolverse en esta nueva era de la información.
No paramos de referirnos a una expansión tecnológica. No seamos hipócritas, intentemos luchar para encontrar la forma en que esta expansión constituya verdaderamente una realidad uniforme en todos los rincones del mundo.

LINK
http://es.youtube.com/watch?v=V6vxjhEQfYI


En esta nueva realidad cambiante en la que nos encontramos, nos topamos con un nuevo lenguaje, nuevos signos, nuevas formas de comunicarse. Existe una nueva manera de hacer las cosas y de entenderlas y, a su vez, existen nuevas herramientas que nos permiten interactuar con la realidad social emergente. El saber utilizarlas y el aprender a integrarnos en la nueva sociedad de la información, aprovechando el máximo todas las posibilidades que ofrece, son los objetivos que deberían regir la actuación de cualquier individuo que no quiera quedarse off-line.
Renovarse o morir: ¡Qué asombrosamente acertada la sabiduría popular!.





Referencias

Ministerio de Industria, Turismo y Comercio
http://www.telecentros.es/sobre-telecentros/

www.cibernarium.es

www.wikipedia.es

http://es.youtube.com/watch?v=V6vxjhEQfYI
(telecentros)

http://es.youtube.com/watch?v=GuBF3UgeMrg
(Cibernàrium)