sábado, 12 de enero de 2008

con videojuegos en el cole

Me ocurría hace tan solo unos dias. Muerta de frío, mientras esperaba un autobús que parecía no llegar nunca y, absorta en mi mundo, una vocecilla aguda me sacó de mi ensismamiento. Una niña pequeña, de unos 5 o 6 años, le explicaba a su mami lo que había aprendido en el cole. Como suele ocurrir casi a diario, mi curiosidad innata no me permitió evitar agudizar el oído...

- Pues muy guay mami. Hemos ido a jugar al ordenador
- ¿A jugar? Que tenías informatica.
- No, mates i coneixement del medi.
- ¿Y os vais al ordenador?
- Sí. Nos ponian unas sumas y si las hacías bien sumabas una moneda a la ucha y al final quien antes llenaba el cerdito, ganaba. Yo le he ganado a la Alba.
- Muy bien. Y a ti te gusta más hacerlas por el ordenador? En papel es más chuli no?
- No porque así es de jugar. También más luego nos han dado unos mandos y eran de apretar. Te ponian unos videos y luego hacían preguntas y tu apretabas fuerte cuando veias la respuesta.
- Ah. Mira que bien, eso no lo hacían antes eh...

Y la madre, al ver que yo participaba en su conversación aunque solo fuese como una oyente curiosa me dijo “que cosas hay hoy en dia eh? Con videojuegos en el cole”.Yo me limité a asentir sonriente mientrasla niñas, nos miraba a nosotras sorprendidas. Supono que se preguntaba qué resultaba tan dificil de entender.
Y con esa frase me quedé. “Con videojuegos en el cole”. Y recordaba que, cuando era pequeña, mi madre apenas me dejaba jugar a los videojuegos porque según ella “eso lava el cerebro, más leer y menos jugar a la consola”. Con frecuencia y hace no tantos años hemos visto como los padres han tratado de alejar a sus hijos de los videojuegos, ordenadores o mini-consolas pensando que esta clase de aparatos perjudican la capacidad del niño de relacionarse con otros, que atrofian partes de su cerebro o que lo distraen de sus actividades obligatorias haciéndole perder en tiempo. Cuántas veces hemos escuchado aquello de “los videojuegos te dejan tonto” o “las consolas te lavanel cerebro”. También muchos estudios han contemplado los videojuegos como influencias negativas e incluso violentas en el individuo. Que lejos ha quedado aquello de que los videojuegos no enseñan, solo entretienen. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías y el advenimiento de una nueva concepción de educación nos hemos despedido de la vieja creencia que cataloga los videojuegos como nocivos y hemos dado la bienvenida a las posibilidades que las consolas pueden ofrecernos a la hora de educar a nuestros hijos.

Es muy difícil que los padres acepten los juegos de video como nueva forma de enseñanza ya que en casa por mucho tiempo se han enfrentado a ellos, los han proclamado una especie de rivales que atentan contra la educación de sus hijos. Pero lo cierto es que, a pesar de que en los últimos tiempos diversas investigaciones, artículos y reportajes se han erijido con el fin de acabar con esta concepción nociva de los videojuegos; realmente aún no se han explorado por completo los terrenos que abarcan los videojuegos, así como tampoco se han considerado los alcances educatios y las posibilidades que éstos pueden ofrecer. De hecho algunos expertos en el tema defienden el papel que pueden adoptar los videojuegos y abogan por el establecimiento de los mismos como herramientas que ayuden a los niños a indagar en temas escolares que les podrían resultar difíciles; véase matemáticas, historia o ciencias naturales. La psicóloga y pedagoga Carmen Gomez Mont así lo afirma en un artículo publicado (http://www.mexicanadeomunicación.com.mx/Tables/rmxc/revdigital.htm) en la Revista Mexicana de Comunicaión “...incluso podrían inplementarse consolas de videojuego en las aulas como herramientas de educación. Así se interesarían más por los temas y se atreverían a buscar información al respecto en otros medios”.

La socialización de las actuales generaciones de jóvenes no podría explicarse si no es a partir de la industria de los ordenadores y los videojuegos, incluso dentro de los grupos sociales con menos recursos. Una encuesta realizada a 1600 niños por ToysRus en diciembre de 2006 reveló que el juguete estrella de los niños/as en España es la videconsola. “Al parecer las videoonsolas son el regalo estrella. El 56% de los niños y el 32% de los niños; casi la mitad de los enuestados las elijen”. (http://es.youtube.com/watch?v=3Z0rJxFM4nM) La preferencia de los videojuegos nos hace pensar que podríamos aprovechar la buena acogida de éstas por parte de los pequeños y rendir al máximo las posibilidades educativas que pueden ofrecer. No olvidemos que en los tiempos que corren (recordemos: nueva concepción sociedad información) es importante propiciar un entorno en el que los pequeños se manejen con desenvoltura y traten con naturalidad los ordenadores y las nuevas tecnologías; de esta forma los niños no sólo adquieren conocimiento mediante los juegos de videoconsola, sino que también esto les lleva a interactuar con otros medios que pueden ser desde los ordenadores o los materiales educativos multimedia (enciclopedias) hasta Internet u otros medios audiovisuales (videos, DVD, CD...). En este sentido, por suerte, vemos como se acepta cada día más el papel que desenpeñan las nuevas tenologías en la educación y paulatinamente vamos viendo como se aprovechan las posibilidades que la innovaión y el avance tencnológico nos ofrece; hablamos inluso a nivel de aulas. Los profesores y docentes se han conceniciado y han abierto sus brazos a las herramientas multimedia (aunque si bien es cierto que aún queda muho camino que recorrer; ese es otro tema).

La utilización del videojuego implica que el niño asume el mando de la situación y se convierte en el verdadero protagonista de la trama. Se trata de una forma de aprendizaje entretenida, divertida que hace que los niños adquieran conocimiento de forma fácil y que muestren una actitud más predispuesta y receptiva. “Muchos juegos hacen que niños y adolescentes adquieran cultura de forma divertida y casi sin apenas darse cuenta”, afirma Gomez Mont. Y es que no hay que olvidar que, sobretodo en casos relacionados con juegos donde para avanzar hay que aportar conocimientos y contenidos culturales; los juegos introducen al pequeño/a en un entorno que le motiva a superar fases y dificultades y eso hace que su motivaión por saber vaya in crecendo. Es recomendable, pues, la compra de software entrado en temas culturales y con componentes de superación cognitiva, por ser los que más benefician el desarrollo intelectual de los más pequeños.

Benefician. Sí, no es mentira. Diversas investigaciones inglesas (Centro de Estudios sobre niños, INE) han confirmado en sus trabajos el potencial educativo que pueden derivar los videojuegos; desde desarrollar la creatividad y el diseño artístico hasta mejorar su destreza visual y manual o su manejo y manipulación de imágenes. Además destacan las posibilidades que ofrecen en cuanto a la integración en equipos (donde cada uno juega su parte).
El Dr. Pere Marquès Graells en su artículo “Los Videojuegos: las claves del éxito” publicado en Cuadernos de Pedagogía (http://dewey.uab.es/pmarques/videojue.htm ) hace un listado de las capacidades que los videojuegos pueden proporcionar a los pequeños. Ofrece una pequeña clasificación en la que enumera las posibilidades positivas y negativas de cada serie de juego. (datos extraídos del artíulo, adjuntados a continuación)

- Los juegos de plataformas pueden contribuir al desarrollo psicomotor y de la orientación espacial de los estudiantes, aspecto especialmente útil en el caso de los más pequeños. Riesgos a considerar por parte del profesorado: nerviosismo, estrés y hasta angustia que pueden manifestar algunos alumnos ante las dificultades que encuentran para controlar a los personajes del juego. Conviene limitar el tiempo que se dedique a esta actividad y observar los comportamientos de los pequeños para ayudarles y detectar posibles síntomas de estar sometidos a una tensión excesiva.

- Los puzzles, como el “tetris”, y los programas constructores desarrollan la percepción espacial, la imaginación y la creatividad. No contemplamos riesgos específicos para este tipo de juegos.

- Los simuladores (deportes, aviones…) permiten experimentar e investigar el funcionamiento de máquinas, fenómenos y situaciones. Además de controlar posibles estados de tensión excesiva en algunos alumnos, conviene advertir a los estudiantes que están ante un modelo (representación simplificada de la realidad - a veces presentan una realidad imaginaria-) y que por lo tanto en el mejor de los casos sólo constituyen una aproximación a los fenómenos que se dan en el mundo físico. La realidad siempre es mucho mas compleja que las representaciones de los mejores simuladores.

- Los juegos de estrategia exigen administrar unos recursos escasos (tiempo, dinero, “vidas”, armas…) prever los comportamientos de los rivales y trazar estrategias de actuación para lograr unos objetivos. Quizá los mayores peligros de estos juegos sean de carácter moral, por los contravalores que muchas veces asumen y promueven. Resulta conveniente organizar actividades participativas en clase que aseguren que todos los estudiantes se dan cuenta de ello.

- Los juegos de aventura y rol pueden proporcionar información y constituir una fuente de motivación hacia determinadas temáticas que luego se estudiarán de manera más sistemática en clase. También aquí la principal preocupación de los educadores será promover la reflexión sobre los valores y contravalores que se consideran en el juego.” Tal y como lo menciona en su ensayo; preferí no modificar esta parte del texto ya que es lo que mejor lo ejemplifica.
Cabe comentar que existen ciertos riesgos sobre los videojuegos, que en su mayoría contienen violencia. Esto hace que los niños vean las violaciones, los atracos o las peleas como algo normal reando una distorión de la realidad. Pero al final la responsabilidad recae directamente sobre los padres, quienes deben controlar los contenidos que los videojuegos que les compran a sus hijos ofrecen.

En nuestra mano está hacer posible que los videojuegos desarrollen los alcanes que se les otorgan. Abramos los brazos a las posibilidades que éstos pueden y podrían significar en el campo de la educación y contemplémolos como una herramienta más que se erige en este ámbito. Un desarrollo correcto y un buen uso de este tipo de materiales puede propiciar a nuestros pequeños muchas ventajas; no seamos reacios y sepamos aprovecharlas.

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