sábado, 12 de enero de 2008

educación diferenciada: el caso de las personas con síndrome de Down

¿Es una alternativa la separación de estas personas dentro de las aulas?
En la pasada actualización nos preguntábamos si la educación diferenciada podría significar una “salvación” a la vergonzosa situación educativa en la que se encuentran hoy día los jóvenes españoles. Y es que, tal y como habíamos comentado, la preparación académica de los niños y niñas de nuestro país se encuentra a años luz de la adquirida por otros europeos.
Permítanme que les recuerde la opinión adoptada al respecto de esta servidora: me parece que la segregación de las personas no constituye en ningún caso un avance para nadie y menos para nuestros pequeños, pues no es más que una forma de inculcar valores de exclusión y discriminación por sexo, clase, etc. Independientemente del resultado que la separación pueda llegar a lograr, resulta un atraso que no sepamos aprovechar la situación en la que nos encontramos; sin duda vivimos en un país donde la riqueza de culturas y la diversidad están presentes. La educación diferenciada no nos hace más eficaces si pretendemos educar a nuestros jóvenes en valores como la separación y la exclusión. Así pues, queda claro mi postura respecto a la segregación y la separación de las personas, sea por los motivos que sean.
No obstante, rumiando sobre esto me ha asaltado una duda: ¿Existen ocasiones en las que la separación puede resultar beneficiosa? Me refiero a los casos en los que se ven implicadas personas con retraso intelectual.

Se trata de un asunto que siempre me ha preocupado e interesado; la situación de las personas con síndrome de down ha constituido en muchas ocasiones la columna vertebral de algunas reflexiones recogidas en algún que otro artículo o reportaje. Aún así, nunca me he llegado a plantear, de forma exclusiva, si la separación de las personas con síndrome de down en las aulas representaría, o no, un avance. A partir de la releída de los mismos me he animado a escribir esta entrada. Veamos el asunto.

La sociedad tiene una tendencia innata a segregar. O lo que es lo mismo, a separar, diferenciar, apartar, alejar, aislar, arrinconar….y marginar. Y no es necesario insistir en que el conjunto de las personas con discapacidad, sobretodo la intelectual, ha sido y sigue siendo el grupo que permanentemente es más marginado, tanto en el terreno social como en el ámbito laboral. Es cierto que en ocasiones la agrupación segregada de ciertas personas con discapacidad es necesaria, pues rinde excelentes frutos para el propio individuo. El problema estriba en que la sociedad se ha acostumbrado tanto a esta separación, que cree que es el mejor sistema para afrontar con éxito la vida de una persona discapacitada.

Hay un sector de la sociedad que sufre esta marginación, es el caso de las personas que padecen síndrome de Down, una alteración cromosómica para la que un día tal vez haya remedio. Consiste en una combinación de defectos de nacimiento, entre ellos, un grado de retraso mental y facciones características. Según la FEISD, Federación Española del síndrome de Down, entre el 30 y el 50 por ciento de los bebés con SD también sufren defectos cardíacos. Muchos de ellos pueden tener además, deficiencias visuales y auditivas y otros problemas de salud. Pero la característica más distintiva de esta anomalía genética que proporciona 47 cromosomas frente a los 46 de un humano sin SD, es el retraso mental que padecen los afectados. El grado de deficiencia intelectual varía ampliamente, pudiendo ser ligero, moderado o grave.

Según los estudios realizados por la Fundación Catalana de síndrome de Down, hasta el fin del Imperio Romano los sujetos con SD fueron considerados monstruos de la naturaleza; del siglo IV al XVI, hijos del pecado; en el siglo XVII, el discapacitado era el “buen salvaje”; en el s.XIX un enfermo peligroso; en los últimos 50 años, un niño. Actualmente, se los considera como lo que son, personas a secas. Personas que, no obstante, se topan con un muro forjado a base de prejuicios sociales que les impide seguir su camino en la vida. Por ello, el principio fundamental que hemos de enarbolar y defender es que muchos jóvenes con discapacidad intelectual, y concretamente con SD, poseen cualidades y aptitudes para desempeñar puestos de trabajo en la empresa ordinaria, en régimen de integración plena.

Para conseguir una integración real de estas personas en el ámbito socio-laboral, existen infinidad de entidades y federaciones de personas con SD que se esfuerzan y trabajan sistemáticamente por incorporar a las personas con discapacidad plenamente en las normales estructuras sociales, haciéndoles beneficiarse de todas las posibilidades que la sociedad ofrece al resto de los ciudadanos. Pero aun con las mejores intenciones, la búsqueda y la organización de soluciones laborales no han quedado inmunes al riesgo de la segregación y de la marginación; cuánta posibilidad de mejora y de cambio ha quedado frustrada en esos Centros Ocupacionales, Talleres Protegidos, Centros Especiales de empleo, Actualmente existen muchas iniciativas que intentan que esa idea pueda constituir algún día una realidad, pero la lucha es difícil y aún queda muchísimo camino por recorrer. Para que una persona con síndrome de Down pueda llegar a integrarse totalmente en la sociedad, en todos los niveles pero sobretodo en el mundo laboral, tiene que haber superado muchas metas; una de ellas es sin dudar alguna la educación escolar de la persona en cuestión.

“La inserción de los jóvenes con SD en el mundo del trabajo se ha convertido en la prueba de toque que evalúa la eficacia del trabajo realizado por todos los actuales programas de formación y apoyo del niño y del adolescente”, afirma Antonia Fábregas, la psicóloga y directora del centro CIP Síndrome de Down.

Algunos pedagogos y expertos defienden una educación especial y separada de los centros educativos convencionales en el caso de las personas con síndrome de Down. Alegan que una atención más exhaustiva y personal rendiría mejores resultados; “Su nivel intelectual es inferior y la dificultad ordinaria de aprendizaje en un aula a ellos se les multiplica por 10. Se pierden si las explicaciones transcurren a un ritmo normal y se sienten inferiores respecto a los otros niños. Es mejor una educación especial en un centro pensado especialmente para personas con esta patología”, sostiene Eduard Gómez, miembro de la fundación Down21.

Por otro lado existen muchos otros expertos en el tema que la educación de estas personas fuera de los centros escolares ordinarios podría significar una marginación que les impidiera más adelante incluirse en los roles ordinarios y en los círculos sociales. Antonia Fábregas afirma “hay que acostumbrarlos desde pequeños a que interactúen con niños que no sufran síndrome de Down, debemos hacer que se sientan integrados en la sociedad en todos los campos, especialmente en el de la educación”. Y es que resulta positivo que los pequeños sientan que forman parte de la sociedad y no se vean ellos mismos excluidos. En cuanto a la educación especial Fábregas defiende que ésta es totalmente necesaria y productiva aunque no necesariamente deba ésta llevarse a cabo fuera de los centros escolares ordinarios. “Es cierto que pueden perderse en las clases de centros no especiales pero para ello podrían ofrecer clases de apoyo y de refuerzo al pequeño y ayudarle a ir a un ritmo parecido al de sus compañeros; pero eso no exige que no pueda estudiar en centros educativos convencionales”.

Así pues, vemos que no queda nada en claro si es mejor que estas personas estudien en centros especiales o en centros educativos convencionales. Como siempre permítanme mi opinión al respecto; considero que es acertado que las personas con síndrome de Down puedan formar parte de las estructuras sociales ya desde pequeños, en los centros educativos ordinarios. Si bien es cierto que serán necesarios unos esfuerzos mucho más grandes y que el pequeño/a deberá tomar clases especiales, me parece positivo que interactúe con personas que no sufren esta patología y pueda a llegar a sentirse un niño más dentro de su clase. Quizá también sea cierto que la educación especial rinda mejores resultados académicos pero en estos casos seguiría existiendo una separación, una segregación y en cualquier lugar esto nos beneficia para nada a nadie; ni a la s mismas personas que padecen el síndrome ni al resto de la sociedad. Debemos esforzarnos por que se dejen de excluir a estas personas y darles todas las oportunidades necesarias para que se integren totalmente en la sociedad de la que indudablemente forman parte.
Hagamos que esto constituya una realidad.

La enseñanza diferenciada

A lo largo de las entradas que se han ido publicando en este espacio, nos hemos ido haciendo eco en algunas ocasiones de los avances protagonizados por la tecnología y lo que ello ha significado en nuestra rutina. También se ha comentado el papel que han jugado precisamente esas innovaciones en el campo de la educación (pizarras interactivas, por ejemplo) y lo que aún pueden llegar a significar.

Por otro lado, también nos hemos ido interesando por los alarmantes resultados sobre la educación de los jóvenes españoles hoy día. Nuestro país ha tenido que soportar cifras de fracaso y abandono escolar vergonzosas y hemos tenido que admitir que nuestros jóvenes están muy por detrás de otros países europeos, en cuanto a nivel educativo se refiere. La escasa preparación y la formación de nuestros jóvenes se ha transformado en un asunto peliagudo que muchos han querido tratar. ¿A qué se debe esta deficiencia a la hora de adquirir conocimientos? ¿A los métodos de enseñanza empleados en las aulas o a la negativa de esfuerzo por parte del alumnado? En cualquier caso se trata de un asunto que bien podría desembocar en un largo debate al cual no pretendo llegar. Pero sí mi interesa reflexionar sobre los métodos de enseñanza que se llevan a cabo en las escuelas y sobre los esfuerzos de muchos pedagogos por intentar incrementar la eficacia académica de nuestros niños y jóvenes.

En este sentido me aventuré a buscar si existen algunas teorías o estudios que demostraran que determinadas técnicas en el campo de la educación significaban una mejoría en el aprendizaje de los más pequeños. Merodeando de un link a otro y leyendo artículos de aquí y de allá acabé llegando a parar al siguiente título: “Incrementar la eficacia académica”; he ahí que lo que leí me animó a escribir.

Os sitúo. El artículo en cuestión defendía la escuela diferenciada respecto a la educación mixta como forma de mejoría en los resultados académicos de los niños y jóvenes. O sea, se hace eco de una serie de estudios que demuestran que separar a niños y a niñas en las aulas mejora la eficacia académica.

El artículo alega que se han realizado numerosas investigaciones sobre la supremacía de la enseñanza diferenciada en detrimento de la enseñanza mixta; y un buen de alumnos de centros con educación diferenciada obtienen mejores resultados académicos. Cabe comentar que se trata de un artículo encontrado en una página web sudamericana, por lo que cabe mencionar la situación en EE.UU. Me dispongo a reproducir literalmente:
“Con la idea de aumentar la oferta educativa en la enseñanza pública, el gobierno ha anunciado cambios legales que eliminan muchas de las restricciones que hasta ahora impedían crear escuelas públicas donde chicos y chicas estudien separadamente. Este tipo de colegios había casi desaparecido después de que una ley prohibiera la discriminación por razón de sexo. Esta disposición no veta la educación diferenciada, pero se ha aplicado de tal manera que en la práctica ha hecho muy difícil la existencia de colegios no mixtos en el sistema público”. A lo largo de todo el artículo se van citando casos en los que se afirma haber quedado demostrado por muchos estudios (lamentablemente no expuestos) que la educación diferenciada es la mejor solución para incrementar el nivel académico de los alumnos. Demandan que se eliminen las reticencias existentes por razones de discriminación y piden que se aplique esta clase de enseñanza en todos los países. De hecho, critican que haya países que adopten posturas contrarias a la educación diferenciada, entre ellos nuestro país. Sostienen que en España el gobierno socialista quiere reducir la enseñanza diferenciada incluso en las escuelas privadas. Y es que España ha decidido retirar la financiación pública a los colegios privados concertados que no sean mixtos alegando que la enseñanza diferenciada supone una segregación por razón de sexo. El autor del artículo mencionado critica este asunto sosteniendo que “se politiza la elección entre la enseñanza mixta o diferenciada que debería ser estrictamente pedagógico y dejado a la libre elección de la familias”. José Luis García Garrida, catedrático de Pedagogía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) subrayó esta idea en el ABC hace un tiempo: “Es absurdo pensar que en las sociedades abiertas en las que hoy viven nuestros hijos la escuela diferenciada pueda constituir una amenaza de segregación sexual o social. Es hipócrita afirmar, como hacen algunos que en cambio apoyan la existencia de hogares (me resisto a llamarles familias) homosexuales y unisexuales –permitidme el inciso para tachar de barbaridad homofóbica esta última afirmación-, que las escuelas tengan que ser necesariamente mixtas”. Para finalizar, el artículo critica que el gobierno elimine de un plumazo dogmático el pluralismo de la oferta educativa.

Una vez ha quedado más o menos claro el contenido del artículo o texto en cuestión (para más lectura completa visitar el siguiente link) me gustaría plasmar mi humilde opinión respecto al tema.

En primer lugar me gustaría romper una lanza (solo una) a favor de este artículo en cuanto a la libertad de educación se refiere. Estoy de acuerdo con que debería recaer en manos de los padres la educación de sus hijos, así como el modelo que éstos consideren más adecuado para el aprendizaje del niño. Si los buenos resultados de los que tanto se presume (ya saben, todo lo que han demostrado los inexplicablemente ausentes estudios) logran convencer a los padres de que la educación diferenciada resulta ser una opción mejor a la enseñanza mixta y conlleva resultados más fructíferos. No dudo de que cada uno debería poder escoger.

No obstante, permítanme que me pronuncie contraria a este método de educación. No dudo de los datos que se aportan y no digo que la enseñanza diferenciada no conlleve, en algunos casos, mejores resultados que la educación mixta. Una forma de incrementar la eficacia académica, supongo. Es más no dudo de que haya otras maneras de rendir mejor en la escuela; no sólo se me ocurre separando a niños de niñas, también se me antoja que podríamos seguir separando en clases diferentes a hijos de padres con estudios universitarios, de los que no tienen; también podríamos diferenciarlos según el lugar del que procedan o donde vivan, así por un lado los que vivan en pisos de protección oficial y los que vivan en chalets adosados por otro. Para mejorar la eficacia y el ambiente también podríamos separarlos por guapos y feos, todo ello demostrado con sesudos estudios de importantes universidades claro está.

Ahora hablando en serio, me parece realmente un verdadero atraso que se separe de esta forma a los alumnos, por mucho que mejore la eficacia e independientemente de si ello podría depararnos niños más listos y preparados. Me parece una barbaridad la segregación de las personas, la diferenciación y creo que este tipo de métodos puede llegar a inculcar valores de exclusión. Quizá, no lo niego, adopte una postura alarmista pero no deja de extrañarme que haya aún personas que aboguen por un sistema tan conservador, diferenciador y excluyente. Cada día vemos un mundo más globalizado donde tienen fusión múltiples culturas, y eso nos depara un mundo más diverso, más intercultural. Debemos aprovechar esta diversidad para fomentar unos valores de integración y de tolerancia y nunca de separación y exclusión. Nada de compartimentos ni de aulas cerradas, nada de separar a listos y a tontos, a chicos y a chicas, a extranjeros de nativos. Pero bueno, si los estudios alegan este tipo de métodos por la eficacia, ya debemos hacerle caso.

Permítanme que les conteste que no. Que esta clase de métodos no ayuda a nadie, no nos hace más eficaces si pretende educar a nuestras futuras generaciones en ideas como la diferenciación y la separación. Yo voto sí a la multiculturalidad y voto un NO rotundo a la segregación.

Aún así, todos podemos opinar. Os invito a reflexionar sobre ello.

Link interesante

Aquí os dejo un enlace bastante interesante sobre videojuegos y educación. Por si alguien aún sigue interesado. Prometo parar ya con este tema en las próximas actualizaciones (jejeje).
Hasta entonces!

http://dewey.uab.es/pmarques/videojue.htm#preg

videojuegos, sí; en exceso, no

Antes de nada, quiero contar una pequeña anécdota que nos ayudará a entender el por qué de esta entrada. El otro día, mientras leía la carta que mi sobrinita (6 años) escribía a sus queridos reyes magos, no pude evitar alarmarme al ver que la pequeña sólo había escrito una larga lista de videojuegos y demás. Ni la clásica muñeca llorona que hace pipí ni el típico escalestric o el neceser para pintar a las princesas Disney. Ni tampoco una comba, un conecta cuatro, un balón o una bicicleta. Solo videojuegos y más videojuegos. Fue entonces cuando me decidí a indagar los motivos de esta petición.

- Nadine, ¿por qué has pedido tantos videojuegos?
- Porque solo me gusta jugar a la consola.
- Ah sí? Solamente? ¿Estás segura? Porque yo te he visto muchas veces como juegas con el Carlos y el Aleix a dibujar y hacer carreras con la bicicleta. Ya no te gusta eso resulta.
- Sí claro. Me gusta también.
- Pero tú estás segura de que no quieres ninguna muñeca nueva, ni colores ni rotuladores ni nada. Sólo quieres videojuegos para la Nintendo. Estarás todo el día jugando con la consola ¿Tú estás segura?
- No sé. Ay! Me estás liando tita!


Fue entonces cuando me di cuenta de que quizás la estaba manipulando un poco y decidí parar; que se pida lo que quiera, pensé, más aún seguía sorprendida por la elección de la niña y por su interés por la consola. Sus padres tampoco lo entienden y por eso van a pedirle a los reyes magos que también le traigan un juego de cartas, colores y alguna muñeca, por si sorprendentemente la niña se acuerda de que también le gusta jugar con ese tipo de cosas.

Historias a parte, vayamos a donde quiero ir a parar…
Siguiendo con la línea de los videojuegos como alternativa de aprendizaje, al releer las entradas anteriores me he percatado de que quizás mi defensa in extremis de los videojuegos y el papel que pueden llegar a jugar puede malinterpretarse por algunos. Desde entonces he intentado enarbolar la idea de que los videojuegos no son malos; ojo! Ni todos los juegos son buenos ni todos son malos. Intentemos corregir esa inevitable manía de meter todo en un mismo saco.
Es por ello que con esta pequeña entrada pretendo aclarar algo: como actividad complementaria a la educación de un niño, los videojuegos (adecuados) pueden llegar a ser muy estimulantes y pueden motivarles y suscitar su interés sobre las matemáticas, el ingles o la música –entre otros campos-, ya que es una forma distinta y amena de trabajar; NO OBSTANTE, siempre y cuando quede claro que la utilización de esta clase de tecnologías puede llegar a ser útil siempre y cuando signifique una actividad complementaria que no abarque un período de tiempo desmesurado ni abusivo; además de que sean utilizadas con un objetivo didáctico y sean, por encima de todo, compaginadas con otras actividades educativas.

Y es que no olvidemos que el abuso de esta clase de entretenimiento puede comportar en los más pequeños comportamientos antisociales, cierto aislamiento y falta de ejercicio físico; también es bueno que se relacionen con otros actores del medio y no solo con la tecnología. No olvidemos que los niños deben saber entretenerse y jugar de muchas maneras y no deben estar subordinados a una maquinita, por mucho que ésta les pueda llegar a aportar a su intelecto. También se puede aprender mucho leyendo libros, realizando actividades extraescolares e incluso jugando con más niños. No olvidemos nunca esto.

Y ahora vuelvo con la anécdota. Al rato, cuando me fui a despedir de la pequeña de la casa y fui a decirle adiós a la habitación me la encontré dibujando…

- Que no decías que sólo te gustaban los videojuegos?
- Si, pero creo que me había equivocado también me gustan las princesas Disney.

saber escoger

En las anteriores entradas me he dedicado a abordar un hecho que no deja de sorprenderme; si habéis ido siguiendo este espacio ya os habréis percatado de mi creciente interés por el papel (positivo) que pueden llegar a jugar los videojuegos en el campo de la comunicación y la educación hoy día. Sí, educación. Soy consciente de que esta afirmación podría haberme costado hace tan sólo unos años un irreprimible “¡Qué barbaridad!”, según la visión positiva que defiendo respecto a la utilización de los videojuegos. Entiéndase, desde siempre ha existido (y creo pensar que aún día existe en muchas mentes conservadoras y retrógradas) esa concepción de la videoconsola como mecanismo de retraso en la educación de los más pequeños. De hecho, quién no ha escuchado alguna vez a alguien decir lo malo que pueden ser los videojuegos para los pobres niños, que los vuelven, -como dirían nuestras abuelas de forma cariñosa- “tonticos”.

También se ha señalado a los videojuegos como los culpables de incentivar y acrecentar la violencia en los más pequeños, ofreciéndoles una realidad distorsionada. De todo esto ya hemos hablado anteriormente pero permíteme que te recuerde que los únicos culpables de un mal uso de un videojuego por parte de un infante pueden ser los padres del mismo. Al fin y al cabo, sobre los tutores recae la responsabilidad de permitir que sus hijos hagan un uso correcto, o no, de los videojuegos.

Aclarado, de nuevo, este último punto me gustaría seguir defendiendo la idea de que muchos juegos no sólo representan una opción más que agradable de ocio y entretenimiento para nuestros hijos; hoy día un videojuego puede conllevar mucho más y puede ayudarnos en esos campos que se nos resisten en el colegio.
Simplemente hay que saber escoger.

Es por ello que me ha parecido interesante echar un vistazo al panorama actual y ver la clase de videojuegos educativos que nos ofrece el mercado hoy en día. Ya comenté en la anterior actualización lo que podría significar para los niños amantes de la música el videojuego “We make money no art”. Pero no nos quedemos con esto solamente.

Brain Trainer

A estas alturas es extraño encontrar a alguien que no haya oído hablar del famoso método Brain Trainer, lo que significa literalmente entrenamiento del cerebro. Nintendo ha puesto de moda esta tendencia de agudizar nuestro coco mediante ejercicios de Brain Trainer en el juego homónimo para la videoconsola Nintendo DS. De hecho, el juego ha ido adquiriendo fama y protagonismo en los últimos meses por lo que existen versiones descargables para teléfonos móviles o para Internet.

Se trata de una forma divertida de ser matemáticos. Para los que aún no sepan de qué estoy hablando –cosa que dudo- explicaos que Brain Trainer es un juego que sirve de entretenimiento y se establece como un instrumento ideal para trabajar nuestro cálculo mental y nuestra memoria. Mientras estás jugando un simpático matemático nos va indicando los progresos que vamos adquiriendo mediante jugamos, partida tras partida. De hecho, incluye una modalidad de entrenamiento diario que nos permite ver la evolución que hemos alcanzado en un período de tiempo determinado (semana, mes); y es que puedes realizar pruebas o exámenes para autoevaluarte. El hecho de que una “persona” vaya mandándote mensajes para animarte o comentarte lo bien –o mal- que lo estás haciendo incentiva tus ganas de mejorarte y seguir aprendiendo. Se trata de un avance muy positivo, entretenido y, sobretodo divertido.

Entre sus distintas modalidades de juego caca una de ellas abarca un amplio abanico de posibilidades y nos ofrece una amplia gama de ejercicios. Desde el antiguo pero aún así divertido piedra-papel-tijeras (que evalúa no sólo tu edad cerebral sino también tus reflejos y agilita tu mente), hasta el “juego del tendero” en el que deberás calcular el cambio preciso de tu cliente lo más rápido posible (agilita el cálculo mental). También incluye diferentes modalidades de cálculo mental (realización de diferentes operaciones matemáticas) y distintos juegos para ejercitar tu memoria. Finalmente el doctor determina el nivel en el que te encuentras, que puede llegar a ser desde una “ameba” hasta un “premio novel”.

Practise English

Y he aquí una alternativa de aprendizaje para todos aquellos a los que se nos resiste aún la lengua de Shakespeare y no puedan costearse un profesor particular o no puedan acudir a clases por dificultades de horarios. En nuestro caso la “salvación” nos viene de la mano de “Practise English”, un videojuego que nos ayuda a mejorar nuestro inglés de forma entretenida, divertida y amena. Después de un “English Training” que arrasó e hizo vender muchísimas Nintendo DS a un público más maduro del que suele ser habitual para la marca Nintendo, este gigante japonés lanzará a partir del 26 de octubre otro capitulo de la gama Touch Generations llamado para la ocasión "Practise English".

El juego incluye más de 400 situaciones cotidianas, comprobarás que nunca había sido tan fácil y divertido soltarse con el inglés. Un título absolutamente aconsejable sobre todo para ir aprendiendo inglés durante los viajes y cotidianidades. No solo incluye una amplia gama de ejercicios que nos ayudarán con nuestro vocabulario y nuestra gramática; también cuenta con un profesor interactivo con el que podremos conversar para practicar nuestro nivel oral y con ejercicios de comprensión y pronunciación que ayudarán en el aprendizaje.

También existe una versión del videojuego parecida que nos pone al día con nuestro nivel de castellano. Es una excelente alternativa para evaluar los conocimientos de nuestra propia lengua, así como para determinar la riqueza de vocabulario que posee nuestro intelecto. Por otro lado, también existen versiones de Practise para otras lenguas.

Cabe comentar, ya por último, que existen distintos niveles; de esta forma tanto los adultos como los niños podemos subirnos al carro del inglés. Y es que parece que estos videojuegos no puedan ir dirigidos a los más pequeños puesto que suelen comprarse para los adultos; nada más lejos de la realidad, existen diferentes niveles con lo que los niños pueden aprender jugando y entreteniéndose tanto como sus hermanos mayores, sus papás, o incluso sus abuelos.


Y estos son solo algunos de los ejemplos más conocidos y famosos pero actualmente el mercado abarca unas amplísimas posibilidades y nos ofrece una oferta variadísima de entretenimiento y educación. Además no solo existen juegos para consolas, también encontramos muchas opciones para ordenador que pretenden cumplir el mismo objetivo: que los más pequeños aprendan mientras se divierten.

we make money no art

El otro día comentábamos las posibilidades que pueden llegar a ofrecer los videojuegos y el papel que pueden llegar a desarrollar en el campo de la educación (y en otros muchos), siempre y cuando utiliemos sus contenidos de forma adecuada y determinada; comentamos incluso que las consolas podrían llegarse a establecer como eficaces herramientas en el aula.



A próposito de esto y, siguiendo con la línea trazada anteriormente en la última entrada, he creído conveniente ahondar en este asunto y buscar ejemplos claros y visuales de lo que pueden llegar a significar los videojuegos en la educación. Encontré lo que buscaba en el portal de videos por excelenia ya de sobras conocido por todos, nuestro amigo youtube. Es por ello que si os interesa este tema os animo a que visiteis los enlaces siguientes:

http://es.youtube.com/watch?v=bb4H2RyUytg (Reportaje que habla sobre la educacion que transmiten los videojuegos basados en las teorias de Guillermo Orozco)

http://es.youtube.com/watch?v=AgedHQpJ_4I (Proyecto 'Videojuegos en el aula'. Grupo Imágenes, Palabras e Ideas, Universidad de Alcalá. Experiencia realizada con el videojueg Proyecto 'Videojuegos en el aula'. Grupo Imágenes, Palabras e Ideas, Universidad de Alcalá. Experiencia realizada con el videojuego Harry Potter y el Cáliz de Fuego en un aula de 2º curso de Educación Primaria: La magia de Harry entra en la escuela).

El primer video viene reflejando y exponiendo lo que en la entrada anterior ya apuntábamos; que los videojuegos podrían significar una apertura de horizontes en el campo de la educación y deberían establecerse como herramientas de aprendizaje en el aula. La clave está en saberlos utilizar y en sacarles todo el partido posible, apunta el narrador del documental. En cuanto al video “Videojuegos en el aula” vemos como el mago más famoso entre los pequeños, Harry Potter, les ayuda a interatuar con las tecnologías y a adquirir conocimientos de una forma nueva, divertida y eficaz.
Considero que ambos enlaces ejemplifian lo comentado con anterioridad.

Por otro lado, mientras saltaba de enlace en enlace di a parar con una página cuyo contenido era cuanto menos interesante. Se trata de una revolucionaria y vanguardista forma de aprender música. Sí, lo habéis adivinado: mediante un videojuego.



Esta nueva posibilidad de aprendizaje pone en cuestión los patrones establecidos en este campo hasta entonces; mediante We make money not art (así es como se llama el videojuego en cuestión), los más pequeños, y no tan pequeños, pueden aprender a tocar diferentes instrumentos musicales que van desde la trompeta o el fagot hasta la guitarra o la flauta travesera. En una materia tan compleja como puede resultar ser la músia, el aprendizaje se alza a partir de un duro trabajo de dedicación y repetición. Esta repetiión es evaluada por el profesor o el propio alumno, quien se enarga de juzgar si el sonido resultante de tanto esfuerzo se parece más a la música que a un gato ql que han pisado el rabo. Pero resulta que topamos con un problema: el profesor no siempre está presente y el alumno no siempre posee el oído que se requiere. Este videojuego indica cuándo pulsar las claves del instrumento y al ritmo de la música resultante hace marchar a una banda. Si la música es desastrosa, el desfile se deshace. ¿Divertido, verdad? No es un sustituto del profesor, pero realmente hace más ameno el duro ensayo particular y supone un incremento del interés por parte del alumno. Acaso no hemos visto infinidad de veces como los instrumentos, polvorientos, acaban instalándose en el armario de los trastos por la rendiiónn de los niños aburridos que se frustran tras horas incontables de interminables ensayos. Acasono hemos visto el gesto decaído del niño que se ve obligado a ir a sus clases de piano o de violín. Claro que lo hemos visto. No resulta, pues, una muy buena idea y una forma excelente de inentibar y enarbolar el interés del pequeño músio?



Cabe comentar, por otro lado, la innovación en el tradicional “joystick” o mando control en las consolas. Hasta entonces estos “utensilios” habían experimentado un escaso desarrollo, apenas una pistola o, como muho, un volante. Parece ser que las cosas están cambiando y muchos se han dado cuenta de que, como bien apunta el dicho, conviente renovarse; Nintento ya ha dado un primer paso con su Revolution pero este videojuego le lleva mucha ventaja. Los instrumentos de control remoto se establecen como instrumentos y es que, si el juego refleja toda una serie demundos distintos, ¿por qué hasta ahora solo nos relacionamos on él a través de una palanquita o unos botones? Paree que este juego ya ha dado el pistoletazo de salida para pensar al margen del mando estándar. El salirse de este marco encorsetado puede liberar la creatividad de los juegos, hasta el punto de generar innovaciones importantes en otros campos aparentemente no relacionados como el aprendizaje. En este caso las posibilidades se han ensanchado de forma espectacular.



El talento natural, la aptitud, la dedicación, la paciencia, la resistencia, la destreza física y la memoria son solo algunos de los elementos que pueden hacer mejorar el dominio de un instrumento musical. Pero lo que más influye en la capacidad del músico es sin duda la práctia: abramos los brazos a esta nueva forma de aprender y de hacerlo sobretodo, divirtiéndonos.

Os adjunto el link a continuación por si quereis echarle un vistazo (está en inglés por eso).
También os adjunto algunas fotografías:




con videojuegos en el cole

Me ocurría hace tan solo unos dias. Muerta de frío, mientras esperaba un autobús que parecía no llegar nunca y, absorta en mi mundo, una vocecilla aguda me sacó de mi ensismamiento. Una niña pequeña, de unos 5 o 6 años, le explicaba a su mami lo que había aprendido en el cole. Como suele ocurrir casi a diario, mi curiosidad innata no me permitió evitar agudizar el oído...

- Pues muy guay mami. Hemos ido a jugar al ordenador
- ¿A jugar? Que tenías informatica.
- No, mates i coneixement del medi.
- ¿Y os vais al ordenador?
- Sí. Nos ponian unas sumas y si las hacías bien sumabas una moneda a la ucha y al final quien antes llenaba el cerdito, ganaba. Yo le he ganado a la Alba.
- Muy bien. Y a ti te gusta más hacerlas por el ordenador? En papel es más chuli no?
- No porque así es de jugar. También más luego nos han dado unos mandos y eran de apretar. Te ponian unos videos y luego hacían preguntas y tu apretabas fuerte cuando veias la respuesta.
- Ah. Mira que bien, eso no lo hacían antes eh...

Y la madre, al ver que yo participaba en su conversación aunque solo fuese como una oyente curiosa me dijo “que cosas hay hoy en dia eh? Con videojuegos en el cole”.Yo me limité a asentir sonriente mientrasla niñas, nos miraba a nosotras sorprendidas. Supono que se preguntaba qué resultaba tan dificil de entender.
Y con esa frase me quedé. “Con videojuegos en el cole”. Y recordaba que, cuando era pequeña, mi madre apenas me dejaba jugar a los videojuegos porque según ella “eso lava el cerebro, más leer y menos jugar a la consola”. Con frecuencia y hace no tantos años hemos visto como los padres han tratado de alejar a sus hijos de los videojuegos, ordenadores o mini-consolas pensando que esta clase de aparatos perjudican la capacidad del niño de relacionarse con otros, que atrofian partes de su cerebro o que lo distraen de sus actividades obligatorias haciéndole perder en tiempo. Cuántas veces hemos escuchado aquello de “los videojuegos te dejan tonto” o “las consolas te lavanel cerebro”. También muchos estudios han contemplado los videojuegos como influencias negativas e incluso violentas en el individuo. Que lejos ha quedado aquello de que los videojuegos no enseñan, solo entretienen. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías y el advenimiento de una nueva concepción de educación nos hemos despedido de la vieja creencia que cataloga los videojuegos como nocivos y hemos dado la bienvenida a las posibilidades que las consolas pueden ofrecernos a la hora de educar a nuestros hijos.

Es muy difícil que los padres acepten los juegos de video como nueva forma de enseñanza ya que en casa por mucho tiempo se han enfrentado a ellos, los han proclamado una especie de rivales que atentan contra la educación de sus hijos. Pero lo cierto es que, a pesar de que en los últimos tiempos diversas investigaciones, artículos y reportajes se han erijido con el fin de acabar con esta concepción nociva de los videojuegos; realmente aún no se han explorado por completo los terrenos que abarcan los videojuegos, así como tampoco se han considerado los alcances educatios y las posibilidades que éstos pueden ofrecer. De hecho algunos expertos en el tema defienden el papel que pueden adoptar los videojuegos y abogan por el establecimiento de los mismos como herramientas que ayuden a los niños a indagar en temas escolares que les podrían resultar difíciles; véase matemáticas, historia o ciencias naturales. La psicóloga y pedagoga Carmen Gomez Mont así lo afirma en un artículo publicado (http://www.mexicanadeomunicación.com.mx/Tables/rmxc/revdigital.htm) en la Revista Mexicana de Comunicaión “...incluso podrían inplementarse consolas de videojuego en las aulas como herramientas de educación. Así se interesarían más por los temas y se atreverían a buscar información al respecto en otros medios”.

La socialización de las actuales generaciones de jóvenes no podría explicarse si no es a partir de la industria de los ordenadores y los videojuegos, incluso dentro de los grupos sociales con menos recursos. Una encuesta realizada a 1600 niños por ToysRus en diciembre de 2006 reveló que el juguete estrella de los niños/as en España es la videconsola. “Al parecer las videoonsolas son el regalo estrella. El 56% de los niños y el 32% de los niños; casi la mitad de los enuestados las elijen”. (http://es.youtube.com/watch?v=3Z0rJxFM4nM) La preferencia de los videojuegos nos hace pensar que podríamos aprovechar la buena acogida de éstas por parte de los pequeños y rendir al máximo las posibilidades educativas que pueden ofrecer. No olvidemos que en los tiempos que corren (recordemos: nueva concepción sociedad información) es importante propiciar un entorno en el que los pequeños se manejen con desenvoltura y traten con naturalidad los ordenadores y las nuevas tecnologías; de esta forma los niños no sólo adquieren conocimiento mediante los juegos de videoconsola, sino que también esto les lleva a interactuar con otros medios que pueden ser desde los ordenadores o los materiales educativos multimedia (enciclopedias) hasta Internet u otros medios audiovisuales (videos, DVD, CD...). En este sentido, por suerte, vemos como se acepta cada día más el papel que desenpeñan las nuevas tenologías en la educación y paulatinamente vamos viendo como se aprovechan las posibilidades que la innovaión y el avance tencnológico nos ofrece; hablamos inluso a nivel de aulas. Los profesores y docentes se han conceniciado y han abierto sus brazos a las herramientas multimedia (aunque si bien es cierto que aún queda muho camino que recorrer; ese es otro tema).

La utilización del videojuego implica que el niño asume el mando de la situación y se convierte en el verdadero protagonista de la trama. Se trata de una forma de aprendizaje entretenida, divertida que hace que los niños adquieran conocimiento de forma fácil y que muestren una actitud más predispuesta y receptiva. “Muchos juegos hacen que niños y adolescentes adquieran cultura de forma divertida y casi sin apenas darse cuenta”, afirma Gomez Mont. Y es que no hay que olvidar que, sobretodo en casos relacionados con juegos donde para avanzar hay que aportar conocimientos y contenidos culturales; los juegos introducen al pequeño/a en un entorno que le motiva a superar fases y dificultades y eso hace que su motivaión por saber vaya in crecendo. Es recomendable, pues, la compra de software entrado en temas culturales y con componentes de superación cognitiva, por ser los que más benefician el desarrollo intelectual de los más pequeños.

Benefician. Sí, no es mentira. Diversas investigaciones inglesas (Centro de Estudios sobre niños, INE) han confirmado en sus trabajos el potencial educativo que pueden derivar los videojuegos; desde desarrollar la creatividad y el diseño artístico hasta mejorar su destreza visual y manual o su manejo y manipulación de imágenes. Además destacan las posibilidades que ofrecen en cuanto a la integración en equipos (donde cada uno juega su parte).
El Dr. Pere Marquès Graells en su artículo “Los Videojuegos: las claves del éxito” publicado en Cuadernos de Pedagogía (http://dewey.uab.es/pmarques/videojue.htm ) hace un listado de las capacidades que los videojuegos pueden proporcionar a los pequeños. Ofrece una pequeña clasificación en la que enumera las posibilidades positivas y negativas de cada serie de juego. (datos extraídos del artíulo, adjuntados a continuación)

- Los juegos de plataformas pueden contribuir al desarrollo psicomotor y de la orientación espacial de los estudiantes, aspecto especialmente útil en el caso de los más pequeños. Riesgos a considerar por parte del profesorado: nerviosismo, estrés y hasta angustia que pueden manifestar algunos alumnos ante las dificultades que encuentran para controlar a los personajes del juego. Conviene limitar el tiempo que se dedique a esta actividad y observar los comportamientos de los pequeños para ayudarles y detectar posibles síntomas de estar sometidos a una tensión excesiva.

- Los puzzles, como el “tetris”, y los programas constructores desarrollan la percepción espacial, la imaginación y la creatividad. No contemplamos riesgos específicos para este tipo de juegos.

- Los simuladores (deportes, aviones…) permiten experimentar e investigar el funcionamiento de máquinas, fenómenos y situaciones. Además de controlar posibles estados de tensión excesiva en algunos alumnos, conviene advertir a los estudiantes que están ante un modelo (representación simplificada de la realidad - a veces presentan una realidad imaginaria-) y que por lo tanto en el mejor de los casos sólo constituyen una aproximación a los fenómenos que se dan en el mundo físico. La realidad siempre es mucho mas compleja que las representaciones de los mejores simuladores.

- Los juegos de estrategia exigen administrar unos recursos escasos (tiempo, dinero, “vidas”, armas…) prever los comportamientos de los rivales y trazar estrategias de actuación para lograr unos objetivos. Quizá los mayores peligros de estos juegos sean de carácter moral, por los contravalores que muchas veces asumen y promueven. Resulta conveniente organizar actividades participativas en clase que aseguren que todos los estudiantes se dan cuenta de ello.

- Los juegos de aventura y rol pueden proporcionar información y constituir una fuente de motivación hacia determinadas temáticas que luego se estudiarán de manera más sistemática en clase. También aquí la principal preocupación de los educadores será promover la reflexión sobre los valores y contravalores que se consideran en el juego.” Tal y como lo menciona en su ensayo; preferí no modificar esta parte del texto ya que es lo que mejor lo ejemplifica.
Cabe comentar que existen ciertos riesgos sobre los videojuegos, que en su mayoría contienen violencia. Esto hace que los niños vean las violaciones, los atracos o las peleas como algo normal reando una distorión de la realidad. Pero al final la responsabilidad recae directamente sobre los padres, quienes deben controlar los contenidos que los videojuegos que les compran a sus hijos ofrecen.

En nuestra mano está hacer posible que los videojuegos desarrollen los alcanes que se les otorgan. Abramos los brazos a las posibilidades que éstos pueden y podrían significar en el campo de la educación y contemplémolos como una herramienta más que se erige en este ámbito. Un desarrollo correcto y un buen uso de este tipo de materiales puede propiciar a nuestros pequeños muchas ventajas; no seamos reacios y sepamos aprovecharlas.

¿Qué es cooperar?

La Real Academia Española de la lengua define la cooperación como la acción o el efecto de cooperar. Por su parte, cooperar es obrar juntamente con otro u otros para un mismo fin. Se trata de llevar a cabo trabajos comunes por parte de un grupo de personas o entidades hacía un objetivo compartido, normalmente un objetivo que persigue la ayuda y el respeto al prójimo.

Pero me gustaría preguntarme: ¿Qué se puede considerar cooperación y que no se puede considerar cooperación?

Acontecimientos recientes ocurridos dentro de la asignatura que da sentido a este espacio (comunicación y educación, UAB) me han hecho reflexionar a cerca de lo que se considera cooperación y lo que no se considera como tal. Debo aclarar para los que no sigan por dónde ando qué es lo que me ha hecho plantearme esta cuestión.
Dentro del programa de la asignatura se requería la realización en grupo de un audiovisual que pusiera en relieve el trabajo de cooperación que realizaban algunas ONG (en el caso de mi grupo). El desarrollo del trabajo fue superando –o no- muchos problemas que ahora no vienen el caso pero entre ellos, surgió la duda de si la organización UNESCOCAT era, o no, una ONG. A pesar de que existe documentación que la acredita como tal y que defiende el carácter no lucrativo y no gubernamental de la entidad, se dudó sobre ello y aún no se ha aclarado el asunto. Esto conllevaría un debate que se escaparía de a donde quiero llegar a parar y en el que no quiero (volver a) entrar.
No obstante, también se dudó del carácter cooperativo de la propia entidad y ahí sí que discrepo por encima de todo y me animo a defender lo contrario. Personalmente tuve la oportunidad de entrevistarme con la jefa de departamento de comunicación de esta ONG, Amelie Ponce, y pude comprobar los esfuerzos de UNESCOCAT por evitar o favorecer ciertos comportamientos en diferentes ámbitos o campos tales como la educación, la no discriminación religiosa, la diversidad cultural, el rechazo al racismo, la educación por la paz, etc. Y es ahora cuando yo me pregunto, no es acaso una forma de cooperar con la sociedad el evitar el conflicto y promover la cultura de la paz? ¿No podemos llamarle actos de cooperación a actividades realizadas por la organización que promueven objetivos como el rechazo al racismo o a la discriminación? ¿No es acaso una forma de cooperar con la sociedad, haciendo de ella un espacio en el que la diversidad y el respecto al prójimo actúen como protagonistas?

Os invito a todos a reflexionar si cabe ver la cooperación como algo más que construir escuelas u hospitales (y lo último que pretendería sería quitarle importancia a esta clase de acciones); sólo quiero que pensemos, ¿qué es cooperar?